La hipertensión es la tensión arterial excesivamente alta. Puede deberse a múltiples causas, tales como afecciones de tipo metabólico, renal, arterioesclerosis, etc, una dieta inadecuada, o unos hábitos de vida perjudiciales. Pero en la mayor parte de las veces esta afección tiene un origen desconocido.
La hipertensión resulta potencialmente más peligrosa que la hipotensión (tensión arterial baja), y por lo general necesita tratamiento y control médico, ya que si es continuada puede causar lesiones graves debido al mayor esfuerzo que tiene que realizar el corazón para impulsar la sangre. Además, la hipertensión puede dar lugar a hemorragias internas de graves consecuencias para la vida, además de numerosas consecuencias.
Como complemento del tratamiento médico adecuado si es preciso, en fitoterapia se recurre a plantas hipotensoras, vasodilatadoras, diuréticas, sedantes y equilibradoras del sistema nervioso.
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Ajedrea: Tónico del sistema nervioso.
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Equiseto mayor: Diurético (reduce la tensión), remineralizante.
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Espino blanco: Regula y normaliza la tensión arterial.
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Fumaria: Diurético (reduce la tensión), fluidificante de la sangre, antiespasmódico.
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Mejorana: Hipotensor, reduce el tono del sistema nervioso simpático.
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Muérdago: Hipotensor, vasodilatador, regula y equilibra el sistema circulatorio.
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Olivo: Hipotensor.
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Tilo: Vasodilatador, ligero hipotensor, sedante, fluidificante de la sangre.
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Valeriana: Sedante, hipotensor, reduce la ansiedad.
- Otras plantas compatibles: Ajo, Cebolla, Ginseng, Limón.
Si sufre de hipertensión no se lo tome a la ligera, ya que puede acarrear numerosas consecuencias.
Combine siempre una alimentación adecuada, unos hábitos de vida saludable y ejercicio suave. Caminar es una muy buena opción, una marcha suave y a un ritmo constante que no le eleve las pulsaciones cardiacas. Realizar paseos de 20 minutos dos veces al día.
Recuerde siempre que esto son meros consejos, siempre debe consultar su caso concreto a un profesional, para que le pueda aconsejar personalmente.